Las moscas de la suciedad son las plagas de moscas más comunes en los asentamientos humanos que dependen de los restos orgánicos para su desarrollo. Pueden ser portadoras de varios patógenos, lo que supone una grave amenaza para la cadena alimentaria humana. También se sabe que estos insectos causan enfermedades transmitidas por vectores como la salmonela, la disentería, la fiebre tifoidea, el cólera, la poliomielitis, el pian, la lepra, la tuberculosis y el ántrax. Por ello, las empresas, especialmente las instalaciones alimentarias, necesitan el control de moscas para evitar las violaciones de los códigos de salud y graves sanciones.

Es científicamente poco factible determinar la cobertura de una trampa de luz para insectos. El hecho de que los insectos sean atraídos o no por los rayos UVA depende de la distancia y de otras fuentes lumínicas en las proximidades. Sin embargo, nuestra investigación (realizada de forma independiente en laboratorios acreditados) ha demostrado repetidamente que la tasa de la captura de insectos voladores está determinada tanto por la potencia de salida de la luz como por el diseño de la trampa. La distancia para obtener una respuesta de las moscas depende del tipo de insecto, los diseños de la estructura y los materiales y luz ambiental del entorno.

Las trampas de luz para insectos basadas en paneles adhesivos son una de las soluciones de control de moscas más aceptables en diversas industrias. Ofrecen una serie de ventajas respecto a las trampas basadas en paneles no adhesivos como:

• Las moscas capturadas se mantienen intactas en los paneles adhesivos
• Los fragmentos de insectos no vuelan por el entorno ni contaminan la zona
• La densidad de la población de insectos puede vigilarse fácilmente
• Las especies, el recuento y la fecha y hora se registran eficazmente
• Es posible realizar análisis para una mejora continua

Los paneles adhesivos en las trampas de luz para insectos normalmente deben sustituirse una o dos veces al mes, especialmente en lugares con una alta actividad de insectos voladores. Aunque los paneles adhesivos están diseñados para mantener su adherencia durante largos periodos, las trampas de luz acaban siendo el problema. Las trampas se llenan con demasiadas moscas o se cubren de polvo y otras partículas del aire. En estas situaciones, se recomienda utilizar trampas de luz para insectos adicionales para mejorar la tasa de captura en vez de cambiar los paneles adhesivos con mayor frecuencia.

Las lámparas utilizadas en las trampas de luz emiten haces de UVA de entre 315 nm y 400 nm. La sensibilidad espectral de las plagas, especialmente de las moscas de la suciedad, a la luz de esta longitud de onda concreta las arrastra hasta estas lámparas. Por consiguiente, las trampas de luz para insectos utilizan luz UV para ofrecer un rendimiento de captura de moscas superior.

Las lámparas fluorescentes deben sustituirse cada año, ya que se degradan de forma natural y pierden aproximadamente un 40 % de la potencia de salida de UV, lo que conlleva la disminución de la velocidad y el rendimiento de la captura de moscas. En comparación, las lámparas LED tienen una vida útil el triple de larga.

Las lámparas UVA fluorescentes que han superado el periodo de un año no dejan de atraer a insectos voladores. Lo único es que su rendimiento se deteriora con el tiempo. Puede ser beneficioso cambiar las lámparas con mayor frecuencia en climas tropicales, ya que tienen una estación de moscas menos definida. Mientras que en los climas templados se recomienda sustituir las lámparas en primavera.

Las moscas de la suciedad, como las moscas de la humedad, moscas comunes, los fóridos (mosquitas pequeñas con joroba), las moscas de la fruta, las moscardas de la carne y los califóridos (moscardones de la carne), son atraídas por las trampas para moscas.